Desde Fundación Luz, entidad líder y pionera en la educación y capacitación para personas con discapacidad visual, aseguran que “es importante que los adultos mantengan alejados de los dispositivos a los infantes, ya que es en las primeras etapas de vida donde el desarrollo psicomotor es el principal protagonista”.
No cabe duda que la pandemia por el COVID-19 provocó importantes cambios en la rutina diaria de las personas. Las extensas cuarentenas que aún mantienen varias comunas del país ha llevado a que muchos permanezcan un largo tiempo frente a una pantalla de televisión, computador o el propio celular.
Si bien no está demostrado que la luz azul que emiten estos dispositivos electrónicos pueda dañar la visión de los seres humanos, se recomienda tener ciertos cuidados para evitar que se presenten problemas. Al respecto, Arturo Grau, oftalmólogo y profesor asistente de Oftalmología de la Universidad Católica y Oculab UC, sostuvo que “la actividad prolongada frente a las pantallas produce cansancio y ojos secos por falta de anteojos o disminución de la frecuencia del parpadeo. La recomendación, sobre todo en los niños, es que el uso de pantallas sea por periodos breves, además de fomentar las actividades y los deportes al aire libre”.
Según el profesional, las principales molestias que produce en la vista estar muchas horas expuesto a una pantalla son “sensación de cansancio, ojos rojos, picazón, ardor y en ocasiones sensibilidad a la luz”.
En esa línea, Grau es claro en señalar los tiempos óptimos que debieran estar los niños frente a una pantalla. “La Academia Americana de Pediatría recomienda que de 0 a 2 años no deberían utilizarlas. De 2 a 5 años entre media y una hora al día; de 7 a 12 una hora y con supervisión de un adulto y nunca en horas de comidas. Entre 12 y 15 años debiera ser una hora y media, mientras que de 16 en adelante no más de dos horas”.
En el caso de los adultos, el facultativo manifestó que “no hay tiempos definidos. Pero se recomienda realizar pausas cada 20 minutos, por 20 segundos, y mirar la televisión a 6 metros de distancia. Lo ideal es que una hora antes de dormir no se utilicen las pantallas”.
En tanto, Daniela Osorio, coordinadora del Programa de Atención Temprana y Rehabilitación de Fundación Luz manifestó que “es importante que los adultos mantengan alejados de las pantallas a los infantes, ya que es en las primeras etapas de vida donde el desarrollo psicomotor es el principal protagonista. La falta de estímulo en este aspecto puede generar riesgos y retrasos en el desarrollo de todos los aspectos de la vida del ser humano, es decir, en el emocional, cognitivo, motriz, relacional, entre otros”.
Osorio profundizó al sostener que “si hablamos de lo emocional, la riqueza del contacto humano, cuando un cuidador le canta a un infante, le cuenta un cuento, lo contiene con un abrazo, esas son las relaciones más significativas que pueden tener los infantes y que serán cruciales para una buena salud mental en la adultez. Jamás será lo mismo si comparamos el oír o ver un cuento en una pantalla, esta nunca reemplazará la voz de otra persona que está presente y con la cual se puede interactuar, identificar su tono muscular y las inflexiones de la voz que producen las emociones”.
Finalmente, explicó que “en cuanto a lo cognitivo, el tener que resolver la situación de encontrarse ‘aburrido’ será un gran desafío intelectual, que le llevará a tener que desarrollar inevitablemente la imaginación y su creatividad. Por otro lado, el aspecto psicomotriz tiene varias aristas, la gestualidad y expresividad, el juego con un otro y cómo este otro con sus ideas presenta nuevos desafíos y diferencias, las cuales, implican que los infantes se autorregulen para poder relacionarse adecuadamente. Así mismo, el desarrollo de la motricidad gruesa y fina es la más afectada por el uso de la pantalla al hacer ‘touch’”.
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