Venden bioinsumos a base de microorganismos de la Selva Valdiviana y residuos de la cerveza

Equipo_LiquenAustral-21Los productos pueden triplicar el rendimiento de las hortalizas y suelos. A la fecha, los jóvenes ya han comercializado en las regiones Metropolitana, Ñuble, Biobío y Los Ríos y Los Lagos. Esperan concretar la línea de biofertilizantes líquidos, pastas de poda y bioestimulantes.

A fin de fomentar la salud y fertilidad natural del suelo en cultivos caseros y en la pequeña y mediana agricultura, la empresa de jóvenes Liquen Austral (L.A), comercializa bio-insumos agroecológicos regenerativos – a base de microorganismo de la Selva Valdiviana y del bagazo de cerveza –   que permiten triplicar el rendimiento de hortalizas (como la acelga y lechuga) y regenerar la vida de los suelos.
Hasta el día de hoy el emprendimiento ha gestionado más de 10  toneladas de residuos-subproductos, permitiendo elaborar alrededor de 30  metros cúbicos de biofertilizantes  que son distribuidos – a través de venta online – en la zona centro-sur del país, principalmente en las regiones Metropolitana, Ñuble, Biobío, Los Ríos y Los Lagos.
“Con el proyecto FIA logramos comenzar a materializar nuestro sueño, partiendo con el prototipado, el estudio del mercado y con la validación técnica de  nuestros dos primeros productos: Sustrato Impulso y biofertilizante sólido Elemental. Los cuales tienen como principal factor de innovación el bioprocesamiento de residuos o subproductos disponibles desde la industria agropecuaria y alimentaria de la región de Los Ríos. Ambos productos buscan fomentar la salud y fertilidad natural del suelo, aportando minerales, material orgánico y diversidad de microorganismos que permiten activar los procesos biogeoquímicos y las interacciones colaborativas del suelo, cultivos y huertos”, dice Alejandro Yacuzzi Charao quien actualmente es estudiante de una diplomatura en agroecología, cofundador de Liquen Austral (L.A) y coordinador de proyectos.

El Sustrato Impulso entrega las condiciones ideales para el desarrollo del sistema radicular de las plantas, facilitando su anclaje y otorgando una adecuada oxigenación y retención de humedad. Este producto está compuesto entre otros elementos por el biofertilizante sólido tipo “bokashi” Elemental y  una porción extra de microorganismos de la Selva Valdiviana, por lo que las plantas se desarrollarán en un “suelo vivo” que facilita la absorción de nutrientes, promueve la formación de raíces saludables y reduce la vulnerabilidad ante enfermedades del suelo.

Otro de los elementos que utilizan, según  agrega el Ingeniero Agrónomo Benjamín Díaz Huarnez, quien también es parte del equipo, es el “estiércol de vaca de la industria lechera, carboncillo que es el residuo proveniente de los hornos de carbón y, el más importante y principal, el bagazo.  “Valdivia es sin duda la capital cervecera del país por lo que hay una alta disponibilidad de este subproducto proveniente de la elaboración de la cerveza” comenta Alejandro.
En esa línea, el director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre, sostiene que la “La innovación en procesos es uno de los desafíos estratégicos que FIA se propuso cumplir en cada una de las regiones de Chile. Así que estamos muy contentos de que jóvenes en la región de Los Ríos se incentiven a ser parte de esa meta, sobre todo si su fin es desarrollar una agricultura sustentable, evitando contaminar el planeta. Esta grata noticia nos motiva a seguir incentivando la modernización de nuestro sector, pues todas las propuestas son posibles si se ejecutan con miras hacia la agricultura del futuro”.

MERCADO

Tal como dicen los jóvenes “una buena idea se debe aterrizar”, deciden incorporar al equipo a Diego Hidalgo Lanino, quien es Ingeniero Comercial y Permacultor, encargado de llevar adelante la validación comercial que han logrado potenciar con la adjudicación de un proyecto CORFO. Diego se ha transformado en una pieza clave para el desarrollo del modelo negocio. Trabajo que se ha respaldado con  cifras positivas en ventas por la aceptación de la marca en el mercado de bio-insumos. A la fecha, han logrado quintuplicar su facturación en tan solo seis meses y ya un importante número de clientes los que han confiado en la empresa, con una alta tasa de recompra. Los principales clientes son personas apasionadas por las huertas y/o la jardinería sustentable, que buscan insumos ecológicos y de calidad.  “Este nicho viene creciendo sostenidamente en todo el mundo, y según la FAO se estima que son alrededor de 800 millones de personas practicando agricultura urbana o periurbana (AUP) en el mundo” señala Diego.

FUTURO CON SENTIDO

Si bien en el presente el emprendimiento ha tenido buenos resultados, siempre hay una prospección.  Para ellos, es lograr una gama completa y diversa de productos, por lo que están en investigación y desarrollo de una línea de biofertilizantes líquidos, pastas de poda, bioestimulantes, entre otros insumos, pensados para ser compatibles  en agroecología y agricultura orgánica certificada, “poniendo énfasis – agrega Alejandro – a la nutrición de los cultivos y aumento de la fertilidad del suelo mediante la estimulación de la biomasa que vive en él, comenzando con una línea completa para arándano, principal cultivo orgánico de la Región”. 
“Nuestro sueño es que los productos sean accesibles económicamente y apropiados para las y los productores de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) y que otras biofábricas colaborativas se levanten en los territorios, aportando al desarrollo rural, soberanía alimentaria y armonía entre la agricultura y nuestro medio ambiente desde nuestra Región de los Ríos. Más información pueden encontrar en www.liquenaustral.cl”, concluye Alejandro.

biofabrica

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