Una colación liviana una hora antes, a fin de evitar fatiga o algún otro malestar asociado es uno de los consejos que Bárbara Flores, nutricionista de Edenred, entrega para favorecer la adecuada actividad física.
Con el confinamiento que la pandemia ha impuesto de manera intermitente, la actividad física ha tomado un alto protagonismo a la hora de afrontar el estrés y otras emociones generadas por el encierro. Así las cosas, no cabe duda de que la presencia de personas practicando deporte ha aumentado en las diferentes plazas, parques y calles de las ciudades de nuestro país.
Al realizar ejercicio físico, cada persona busca distintos objetivos, los que pueden cumplirse de mejor forma si se consideran ciertos consejos para implementar antes y después de cada rutina. Entre ellos están los referidos a una correcta alimentación, que cuide el nuestro cuerpo y nos permita conseguir mejores resultados.
La primera recomendación que entrega Bárbara Flores, nutricionista y encargada del programa de calidad de vida laboral Gustino de Edenred, es ingerir alimentos una hora antes y después de la práctica deportiva.
Explica que, si bien los consejos dependerán de los objetivos individuales vinculados a cada actividad, siempre es importante tomar consideraciones previas al ejercicio, entre las que está tomar una colación liviana una hora antes del deporte a fin de evitar fatiga o algún otro malestar asociado. “También debemos evitar comidas abundantes justo antes de realizar ejercicio dado que se asocia a otro tipo de malestar como el reflujo o vómitos”. Añade que después del deporte aconseja ingerir algún alimento rico en proteínas para evitar el desgaste muscular.
¿Agua o bebidas isotónicas?
Otra duda que puede surgir es si conviene o no beber agua, jugos o bebidas isotónicas. Para respondernos la especialista de Edenred explica que aquello dependerá de la disciplina y cantidad de horas que se dedican al ejercicio. “Una persona que hace ejercicio tres veces por semana durante una hora puede perfectamente sólo beber agua. Para personas que entrenan para maratón u otras disciplinas que exigen un mayor desgaste corporal se aconseja bebidas isotónicas. Los jugos se recomiendan en este mismo segmento de deportes, en los momentos competitivos a fin de entregar energía y evitar fatiga”, precisa.
Flores también recuerda el aporte de las barras de proteínas o suplementos alimenticios antes o después de las rutinas. “Si el objetivo es la hipertrofia muscular pueden ser recomendables, aunque las personas deben asesorarse por un profesional para evitar recargar la función renal por un consumo excesivo de proteínas”.
Asimismo, la nutricionista y encargada del programa de calidad de vida laboral Gustino de Edenred, aclara que existen algunos alimentos que debieran evitarse dependiendo de las razones que motivan hacer deporte y el horario escogido. “Antes del entrenamiento no son bienvenidos los alimentos con mucha fibra, principalmente, porque promueven la motilidad intestinal (alteraciones del tubo digestivo) y esto puede generar algunos malestares durante el entrenamiento. Lo mismo ocurre con los alimentos altos en grasas y ricos en proteínas, dado que al tener un proceso metabólico más lento pueden generar malestar o sensación de pesadez durante el entrenamiento”.
Respecto de la alimentación después del ejercicio señala que depende del horario y de la meta que se busca alcanzar con la actividad. “Si deseamos bajar de peso y entrenamos de noche para la comida posterior hay que priorizar algún alimento rico en proteínas como el huevo (huevo duro o escalfado) y de acompañamiento ensaladas, evitando agregar cereales o alimentos ricos en carbohidratos”, agrega.
Flores puso hincapié en los alimentos que ayudan a recuperar el estado físico una vez que se ha llevado a cabo una rutina deportiva, como aquellos ricos en proteínas para evitar el desgaste muscular y por otro lado vitaminas y minerales para recuperar lo perdido a través del sudor.
Por último, sobre la idea de realizar ejercicios en ayuno, la especialista repara que “cuando en el objeto se encuentra la disminución de peso, hay quienes recomiendan realizar ejercicio en ayunas, dado que las reservas de glucógeno muscular se encuentran disminuidas y por tanto con ejercicio se utilizan otras fuentes de energía, entre ellas las grasas, promoviendo la oxidación de éstas y por supuesto también se debe acompañar de una dieta baja en hidratos de carbono. Sin embargo, hay mayor posibilidad de presentar fatiga y todos los síntomas que esto pudiera significar”, concluye.
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