Si ya has superado los 65 años y comienzas a experimentar algunos cambios físicos o psicológicos que te generan dudas, tal vez te preguntes cuándo será hora de consultar a un geriatra. En este artículo, te contamos qué deberías tomar en consideración para tomar la decisión y cuáles son los beneficios de hacerlo.
¿Qué es la geriatría?
Antes de poder decidir si es tiempo de acudir a un geriatra, es importante comenzar por conocer qué es la geriatría. Se trata de una especialidad médica que se ocupa de las enfermedades de las personas mayores en lo que respecta a sus aspectos clínicos, preventivos y sociales.
De esta manera, un geriatra se ocupa de manera integral de los pacientes mayores que presentan pluripatologías, teniendo en cuenta los problemas sociales, funcionales y psicológicos que se asocian a ellas. El principal objetivo que persigue este médico especialista es prevenir y combatir la pérdida de independencia y autonomía a la que estas personas corren riesgo de enfrentarse.
Factores que indican necesidad de acudir a un geriatra
Ahora que ya sabemos qué es lo que la geriatría busca combatir, resulta interesante poder reconocer qué signos nos alertan sobre la necesidad de recurrir a ella. Te los contamos a continuación:
Problemas o disminución en la capacidad funcional física. Es posible que comiences a notar que se te complican tareas que antes realizabas sin dificultad, como sacar a pasear tu perro o hacer las compras en el supermercado. Lo más frecuente es experimentar pérdida de equilibrio (con sus consecuentes caídas) o sensación de inestabilidad. Si esto te sucede, sería bueno que acudas a un geriatra para que te asesore.
Pérdida de memoria. A medida que nos hacemos mayores, es lógico que recordar algunas cosas se nos haga más difícil. Sin embargo, hay olvidos muy significativos que pueden comenzar a llamar tu atención. Que no recuerdes con facilidad cosas que sucedieron hace mucho tiempo es normal. Ahora bien, si comienzas a notar que olvidas con frecuencia hechos que sucedieron apenas hace unos días o nombres o información que antes retenías con facilidad, consulta a un geriatra.
Tomar varios medicamentos. Si ya has superado los 65 años, es muy probable que tu médico te haya recetado algunos medicamentos que debes tomar con regularidad. La mayoría de las personas mayores están medicadas con 4 o más medicamentos que pueden interactuar negativamente entre ellos. De ahí la importancia de que recurras a un geriatra. Es la persona indicada para controlar las dosis, las interacciones y evitar problemas o efectos secundarios indeseados.
Es mejor prevenir que curar
Como has visto, a partir de los 65 años puede ser necesario recurrir a un geriatra. Sin embargo, esto dependerá de cada persona en particular y de las patologías que presente. No debes asustarte ni temer lo peor. Por el contrario, debes considerar que, en caso de necesitarlo, encontrarás en los geriatras buenos aliados para el cuidado de tu salud y tu bienestar.
Si estás experimentando alguna de las situaciones que enumeramos anteriormente, puedes comenzar por reservar una cita inicial. Durante esta, el especialista te pedirá que le describas tu situación personal, si experimentas algún problema físico o psicológico y un listado de los medicamentos que estés tomando. Eso será suficiente para que pueda realizar un primer diagnóstico y conversar juntos para determinar cómo seguir.
Ten en cuenta que también puedes recurrir a servicios de geriatría a domicilio, por lo que ni siquiera necesitarías moverte de tu casa para contar con la ayuda de los mejores especialistas. Ya sabes lo que dice el dicho: “Mejor prevenir que curar”. Basta con que estés atento a cómo te sientes y sepas que cuentas con especialistas a quien recurrir en caso de necesitarlos. En Situ te ofrecemos un servicio de geriatría a domicilio con la mejor atención en la seguridad y comodidad de tu hogar. Con este servicio realizamos una evaluación detallada de los requerimientos de la persona mayor para garantizar una adecuada atención.
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